La vida parece una carrera donde la meta es ser el mejor. Todos compiten con todos. La sodiedad está construyendo a
desafiados de la vida sin control, sin darnos cuenta de que lo mejor no es ganar, sino el camino hasta esa meta. No existe trofeo de ganador o ganadores, lo que existe es la experiencia ganada por el impulso de superación de uno mismo.
La mayoría desea ser mejor, deseamos ser mejor, pero ¿mejor que quién ? Mejor que el ayer, y pero hoy que el mañana. No competir para superarse con ninguna persona, sino competir con nuestras deficiencias y temores. Lo bonito no es competir en el sentido nato de la palabra, sino la manera en la que se compite.
Hablando de competencias, ¿cuál es uno de tus grandes metas personales? La mía sonreir todos los días. Un Esprit Quelconque.
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