Te quedas pensando como sería no tener esos labios para besar,

deseas agarrar esa mano que algún día la echarás en falta,

hueles ese perfume que te lleva a otra dimensión, una dimensión más feliz,

sonríes tras una sonrisa o simplemente para contagiar una alegría,

os fumáis las miles de historias inventadas que a veces llamáis "futuro",

o os inyectáis una dosis de chocolate para poner toques dulces a momentos amargos.

Apodos que os caracterizan, pero sin ser cursis porque a uno de los dos pasáis de eso,

apoyos morales y críticos a la vez para una mejora diaria,

ser opuestos y a la vez disfrutar de las aportaciones del otro.

Te quedas añorando el pasado, el comienzo del deseo de compartir cosas con esa persona,

y cuando menos te lo esperas te transportas en un futuro no muy lejano,

pero teniendo el presente en la frente.

Como niños, vais echando los días en un tablero donde las fichas sois dos,

 la meta es el Amor.