¿Hacemos lo correcto? ¿Tomamos las decisiones correctas? ¿ Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Con quién? ¿A quién? ¿Y nos estamos equivocando?
La vida nos da señales y la interpretamos a nuestra manera, pero sin saber si nuestra interpretación es a que debería. La duda siempre esta ahí hasta que podamos verlo desde el otro lado.
¿Y si todo está mal? La decisiones que tomamos, grandes o pequeñas, nos llevan a rumbos diferentes con historias irrepetibles. Tu al timón que dirige tu vida, la búsqueda de la felicidad.
A veces los fantasmas del pasado nos llaman a la puerta y nos dicen lo que fuimos en un pasado y lo que somos en nuestro presente. Y piensas. Y te das cuenta que ha habido muchos cambios; o simplemente una foto de uno mismo que caen en tus ojos, y la nostalgia se apodera de tu mente y corazón.
Miras al lado y ves a tu alrededor. No sabes si tu presente es mejor que tu pasado. Pero no hay vuelta atrás. Reflexionas y llegas a la conclusión de que para seguir echando de menos al ayer, hay que hacer que el hoy sea genial, o al menos recordable, disfrutarlo. De ser así, algún día verás a esa persona, foto u objeto que te lleve a ese tiempo tan aprovechado.
¿Y si todo va bien y estamos pensando y parándonos a pensar que algo va mal? ¿Estamos desperdiciando minutos de vida en ello? ¿O es algo necesario en algún momento de nuestra navegación?
Todo por preguntar sabiendo la imposibilidad de una respuesta.
La vida nos da señales y la interpretamos a nuestra manera, pero sin saber si nuestra interpretación es a que debería. La duda siempre esta ahí hasta que podamos verlo desde el otro lado.
¿Y si todo está mal? La decisiones que tomamos, grandes o pequeñas, nos llevan a rumbos diferentes con historias irrepetibles. Tu al timón que dirige tu vida, la búsqueda de la felicidad.
A veces los fantasmas del pasado nos llaman a la puerta y nos dicen lo que fuimos en un pasado y lo que somos en nuestro presente. Y piensas. Y te das cuenta que ha habido muchos cambios; o simplemente una foto de uno mismo que caen en tus ojos, y la nostalgia se apodera de tu mente y corazón.
Miras al lado y ves a tu alrededor. No sabes si tu presente es mejor que tu pasado. Pero no hay vuelta atrás. Reflexionas y llegas a la conclusión de que para seguir echando de menos al ayer, hay que hacer que el hoy sea genial, o al menos recordable, disfrutarlo. De ser así, algún día verás a esa persona, foto u objeto que te lleve a ese tiempo tan aprovechado.
¿Y si todo va bien y estamos pensando y parándonos a pensar que algo va mal? ¿Estamos desperdiciando minutos de vida en ello? ¿O es algo necesario en algún momento de nuestra navegación?
Todo por preguntar sabiendo la imposibilidad de una respuesta.
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