¿Por qué me haces esto? ¿eh?

Yo que tenía en un pedestal, guardado en un rinconcito de mis adentros, en tu caja bien pulida y limpia.
Yo, que siempre te he tratado bien sin menospreciarte.
No entiendo porque te confundes, porque no acompañas en las decisiones de tu compañera, la mente.
No entiendo como eres capaz de rebelarte así tal cual.
Te lo digo de verdad, arrasas con todo lo mío.
Por favor prométeme que no me la volverás a jugar. Ya quiero retirarme del partido.
Por favor no me compliques más la vida.

Para mi propio corazón.

Comentarios