Para Marcos:


(poema)
La sonrisa en tu boca,
una melodía sin igual
que en mi mente resuena
cada vez que no estás.

Mirada de ángel sincero,
fruto de trabajo y soledad,
empezamos con un «te quiero»,
pero no quiero ningún final.

Lo llamas nuestra historia,
me dices que soy tu todo
y yo que sólo pretendo
ser y estar cuando nadie estuvo.

No me bajes estrellas,
sólo déjame brillar.
Aunque tú eres mi lucero
que me ayuda a caminar.

Quizás parezcamos Romeo y Julieta,
o mejor, tú mi dragón, yo tu princesa.
Que la vida contigo no es noria
Es paz y calma.

Infinito nuestro propósito,
el mas allá donde llegar deseo.
Me demostraste ser sincero,
Real y honesto.

El infierno nos envidia,
el cielo nos echa a veces de menos
Eres el sol de mi cada amanecer
Y la razón de mi sueño cada anochecer.

La realidad de un ensueño,
lo imposible de una razón,
Marcos, eres tú, lo inesperado,
lo cumplido y lo realizado.

Corazón azul y corazón amarillo,
colores de nuestro amor.
Amor de almas distanciadas,
pero de sentimientos no ciegas.

Horas de llamadas,
Textos largos,
Silencios
Y vergüenza.

Eres la ráfaga que nadie se espera.
Eres agua para mi sed.
Eres lo que siempre soñé
y siempre quise a mi lado tener.

Luz de luna
protege a este hombre
Que amo con locura.

Entraste en mi manicomio sin apenas ver,
Dejando la puerta cerrada.
Entraste para quedarte en las buenas y malas,
Dejando paso a la felicidad tan deseada.

Tus besos, mi pasión.
Tus ojos, mi laberinto.
Tu corazón, mi casa.

Prejuicios en vano dejé atrás
porque ¿sabes?
Te amo de verdad.

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