Hay días que nos levantamos tristes sin saber porqué. Sin recordar si hubo en el sueño alguna pesadilla o apareció algo que nos hace estar mal.
Hay días que no deseamos sonreír, ni siquiera un poco. Solo se quiere dormir y pensar si acaso en la nada.
Hay días en los que el vicio te tienta demasiado y terminas entregándote completamente a él.
Hay días en los que los efectos de las causas son más multitudinales.
Hay días en los que si te miras al espejo solo es para secarte la cara o limpiarte los dientes.
Hay días que no deseamos sonreír, ni siquiera un poco. Solo se quiere dormir y pensar si acaso en la nada.
Hay días en los que el vicio te tienta demasiado y terminas entregándote completamente a él.
Hay días en los que los efectos de las causas son más multitudinales.
Hay días en los que si te miras al espejo solo es para secarte la cara o limpiarte los dientes.
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