Día 3

Día 3

Tú en línea y yo en línea, pero no hablamos los dos, juntos. Estuve a punto de decirte algo. Me comen las ganas.

El corazón parece estar metido en un cajón apretado con alfileres. A veces aguantar tanto dolor te hace estar más viva y darte cuenta de todo lo que necesitas en la vida.
Estoy aprendiendo en el cajón. Ahora sé que que aprendo y que más que enseñar debo aprender. 

Se me quitó el pudor de llorar. 
Hace frío en Polonia dicen, pero no siento el frío. Tengo menos grados.

Cuento los días y pongo la marcha atrás. Volver a ser mi romeo, aunque nunca lo dejaste de ser. Llegará ese día que tú no sabes y yo sí. Mi secreto. 
El cuento de enfadarse desaparecerá para dar paso a la fuerza de la unión. Nuestra unión.

Escucho canciones donde mi alma se plasma ahí. 
Un fénix soy y seré siempre. Fuerte y decidida. Mi pluma llevo por bandera y sólo me la ofreció una persona. 

Miro al cielo y te veo. Miro la nieve y veo tus ojos. Observo la luz de las velas y escucho tu voz. La curvatura de tus labios no paran de perseguirme en sueños. 

Hoy tuve información de tí. Hoy te doy las gracias por ser valiente y por respetarme. Hoy me encuentro con más fuerza y esperanza de todo. Como una droga con oxígeno para mi pequeño corazón.

Se me olvidó como olvidarte. Se me olvidó como no amarte. Se me olvidó como no recordarte. Se me olvidó como no sentir por tí. No estoy aquí. Estoy allí. Allá donde tú estás.

Los árboles que veo desde mi ventana están sin ramas, con nieve y sin flores. Desnudos. Como yo me presento ante este diario que hago público. No sé si lo leerás o si te hará daño, pero lo que sé es que es mi forma de sanar y mi forma de tener esperanza. 

Todo se me ha venido encima. No buena salud, muchos miedos, sin el amor que me me sostenía, dándome cuenta de los errores contigo, sin deporte, sin mi familia y confinada. Apenas respiro, sólo suspiro. 

Soy un torbellino de emociones. Quiero un tiempo, pero te busco como loca en todo lo que toco, veo, siento y saboreo. Me vuelvo más loca cada día. Perderé la cordura completamente. Perderé el sentido de la vida y de todo.

Otro día ha pasado. Cierro los ojos y estás tú. Gracias por aparecer. 
Escribo y borro. Baño mi almohada cada día, pero le falta tu olor. 

Muchos días quedan, pero ya es uno menos.  Me desconcierta tu reacción llegado el día. ¿Me habrás olvidado? ¿Te estropearé el día? ¡Puf! La negatividad se apodera de mí. Quizá me olvides y todo esto sea para nada. Soy una noria.

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