Día 5
Viernes y con ganas de dormir. De soñar que todo está bien y que nada me perturba.
Me perturba mi miedo, mi mente, mi negatividad y mis pocas ganas de que volvamos a dañarnos.
Voy a apostarlo todo y si pierdo, pues lo pierdo todo, pero mi alma estará en paz consigo misma por haber entregado todo de ella.
Necesito que reflexione y que duela para que no vuelva a suceder el desastre. Ese desastre tan perturbador.
Creo que otra persona te aportaría más. Un amor de más calidad, una estabilidad emocional y un lugar fijo para establecer tu vida. Soy un pájaro sin tierra firme y tú eres un ser sedentario.
No sé qué hacer. ¡Olvídate de mí! Es lo mejor.
Siempre decíamos que iría bien y ¡míranos! Aquí los dos separados y buscando alivio del corazón roto y con llagas.
Reviento porque no me entiendo y no sé si entenderé lo nuestro tan lejos, tan casi imposible. Por eso no quiero hacerte perder el tiempo. No quiero que me esperes porque puedes luchar por otra persona más cerca de tí. Te mereces lo mejor y yo no soy esa opción.
Puede que mi corazón ya no exista, pero si tú eres feliz yo también lo seré.
Con vaselina en los ojos. La resignación los ayuda a calmar el río de mi interior. Duele, duelen los ojos, duele el corazón y duele el sueño. El sueño de que todo fuera diferente.
Dudo en el intento. Dudo de tí y dudo de mí. Dudo de que yo sea para tí y que tú seas para mí.
Yo quería recomponerte y me he partido en 100.
Él era el sol y ella la luna.
Pero lo cierto es que te amo mi sol.
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